Ahora Danilo, llorando, por la leche derramada (Décima)

Por Juan Tomás Valenzuela

No es por falta de “logística”,
como presume Danilo,
que su mierda de pupilo
perdió de forma eufemística.
Fuera de toda “analística”
que quiera imponé este loco,
el ñú se comió lo moco,
pues poniendo a ese guevón,
les quitó motivación
a Pared Pérez y al ñoco.

La caterva de millones
que se gastó el presidente,
la cachifa de los dientes
y su recua de lambones,
no fueron vastas razones
para impulsar al delfín,
cuál si fuera un saiyajin
contra el cansado león,
con la absurda sinrazón
de arrebatarle el sillín.

Hoy están fuera de juego
por una absurda estrategia,
que tan solo privilegia
al ungido y su borrego.
Parece que estaban ciegos,
esa partía de ignorantes,
porque usar a este bergante
dizque como candidato,
constituye un desacato
contra gentes más brillantes.

Ahora Danilo, llorando
por la leche derramada,
dice que fue una trastada
de la gente del Comando.
Pero él no se está culpando,
¡No señor… no es culpa de él!
La culpa ahora es de Leonel
que sabiéndose perdido
se les salió del Partido
y esto los vino a joder.

La esposa de Pared Pérez,
es hoy la que dá en la Diana,
enmendándole la plana
al pervertor de mujeres.
Ingrid Mendoza de Pérez,
(si así se llama esa loca)
mandó a callarse la boca
a este ungido depravado,
que después que ha fracasado,
le ha dado una cuerda en boca.

Juan de los Palotes

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